Lograr menos Congreso vía la reestructuración del Poder Legislativo no luce muy probable por el momento. El Senado, en el sistema político nuestro, desempeña un rol de gran peso al extremo que su supresión conllevaría un cambio en profundidad en el modo de gobernar.
Hace más de 40 años se importaron en la Ciencia Política teorías y enfoques de otras disciplinas sociales. Esas influencias y adaptaciones contribuyeron a forjar el avance científico de la politología. Sin embargo, no fueron adopciones puras y simples. Dejaron algo pero fueron paulatinamente superadas. Robert Dahl, en los inicios de los años 60, en el titulo de un ensayo acerca del “comportamentismo” escribía el epitafio “para una protesta exitosa”.
Sucedió así con el estructural-funcionalismo, la teoría del sistema político, la teoría decisional y algunas más. Con la primera Gabriel Almond contribuyó al estudio comparado de la política, al desarrollo político y la cultura política. Planteaba que una cosa son las etiquetas, otras el contenido y lo que hacen. Cuando se habla de parlamento y sus funciones no quiere decir que en todos los países sean y hagan lo mismo.
Las instituciones surgen en contextos distintos y pueden desempeñar tareas muy diferentes. De ahí el imperativo de trascender las denominaciones, estudiar las estructuras y determinar las funciones realizan. Hay que tener sumo cuidado con las comparaciones. Y el peligro en la importación de modelos. El punto de partida ha de ser el análisis la propia realidad. Por ello reformar no es importar. Puede que el monocameralismo funcione en otros países pero hay que ver el papel que desempeña
El Senado no solo es importante por las funciones que le reserva la Constitución. Para entender su rol en el sistema deben relacionarse con otros elementos Por ejemplo: su composición y la manera en que se integran.
El Senado además de ser un cuerpo colegislador es el que tiene la atribución de elegir la Junta Central Electoral y la Cámara de Cuentas (hasta 1994 todo el poder judicial); decide si destituye o no un funcionario electivo acusado por la Cámara de Diputados. Por igual es el que da o no el visto bueno a los nombramientos diplomáticos del Poder Ejecutivo.
El Senado se elige en base el principio mayoritario mediante un sistema de mayoría relativa en circunscripciones uninominales. Los datos comprobables muestran que desde 1924 al 2006 la mayoría que gana la Presidencia de la República obtiene su control absoluto con la excepción única de 1978. El sistema electoral sobre premia en escaños a la mayoría.
Por eso es una pieza esencial para gobernar en República Dominicana. Es el que le provee al Ejecutivo el control de otros músculos del Estado asegurándole ventajas inclusive para su reproducción política.
Pulverizar el Senado en pos de una sola asamblea legislativa implica la abdicación de una herramienta de poder muy útil. ¿Es eso factible? Mas acá del radicalismo lo que si ha de reflexionarse es reajustar el sistema electoral o empujar algunas atribuciones hacia la Asamblea Nacional.
© Julio Brea Franco 2008
Florida, USA
Publicado originalmente en Periódico HOY de
República Dominicana
Julio 22, 2008