Numeralia es palabra sin pasaporte de ciudadanía en el léxico oficial de la lengua española. Si se usa es porque se toma licencia conscientemente. Es término más dúctil, flexible y adaptable que estadísticas, datos, números, cantidades.
Si se le añade un apellido, para formar la expresión numeralia electoral, se usa en referencia a datos e informaciones cuantificadas y/o cuantificables relativas a las elecciones o procesos electorales.
La Junta Central Electoral de reciente anunció el inicio de su “cuenta regresiva” para las elecciones congresionales-municipales del venidero 2010. Si bien a la fecha falta un año y dos meses para las votaciones, para lo operacional, legal y administrativo, solo quedan unos diez meses.
Según el organismo electoral, el número de electores proyectado giraría alrededor de 6 millones 260 mil votantes. El estimado es exagerado. Si en las 2008 el registro electoral fue de 5 millones 609 mil 590 en territorio nacional (5 millones 764 mil 794 inscritos con el padrón exterior de 154 mil 797).
La estrambótica reforma de crear circunscripciones en el extranjero es aun una propuesta. El registro en el extranjero no tendría porque crecer no habiendo votaciones extraterritoriales. Y si continuase del empadronamiento en el exterior si no votaran. Eso únicamente aumentaría artificialmente la tasa de ausentismo.
Para arribar a la proyección de la Junta, el registro debería crecer en algo menos de medio millón de inscritos (495 mil 613). Y eso en tan solo dos años. Según el detalle ofrecido por la JCE, hasta ahora, con respecto al 2008, ha habido un incremento de 216 mil 560. En los próximos 10 meses por consiguiente deberían ingresar 279 mil 53 electores. Algo que es poco probable
Los registros electorales se evalúan técnicamente de dos maneras: una cuantitativa y la otra cualitativa. Dejo de lado la cualitativa. El número de electores tiene que guardar una relación razonable con otras variables: la población total y, sobretodo, la población electoral (o en edad de votar). Específicamente, con respecto a la segunda no debe haber más inscritos que gentes de 18 años y mayores.
La población electoral dominicana ajustada al 16 de enero del 2010 será de 6 millones 493 mil 960. Entonces, si como dice la JCE habrán 6 millones 260 mil estamos hablando de una inclusión del 96% de los mayores de edad. Si eso sucede sería el más alto de toda la historia electoral dominicana. En 1998 fue de un 85%; un 87% en 2002, para arribar al 92%, en el 2006. En tan solo ocho años (1998-2006) la tasa de inclusión saltó un 8%. Es mucho y muy rápido.
No creo que haya razones para dudar de la labor de la Junta en este aspecto. Pero creo que se les fue la mano en la proyección; muy probablemente la realidad será más razonable.
Habrá que darle seguimiento a estas cosas. Son números que tienen significado político.
Recuérdese Pedernales en el 2006 con el 117% de inscritos sobre la población electoral. Y todo porque un vivo “migró” electores de otros lugares para su propio beneficio político bajo la mirada indiferente de la Junta. ¿Estamos?
© Julio Brea Franco 2009
Florida, USA
Publicado originalmente en Periódico HOY de
República Dominicana
Marzo 17, 2009